Parte de mi investigación se lleva a cabo con organismos unicelulares (una-célula) eucariotas. Aunque suene como un insulto, eucariota significa que tienen un núcleo verdadero, formado por una membrana que envuelve al material genético (ADN). Las bacterias (organismos procariotas) carecen de este núcleo y su ADN no está englobado en ninguna estructura.
Las células se mantienen mediante el establecimiento de cultivos celulares. Esto no es más que dejar a las células en un medio con nutrientes para que se multipliquen. Cada cierto tiempo (no mucho y nuevamente sin atender a razones de vacaciones, puentes, gripes y demás) hay que pasarlas a medio fresco para que tengan nuevos nutrientes (si no se pasan, la falta de comida hace que mueran y luego no hay quien las resucite).
Cada tipo celular necesita un medio adecuado para su mantenimiento. Los cultivos celulares se suelen mantener en frascos o placas que se incuban en cámaras a una temperatura y atmósfera determinada.
Actualmente, estoy manteniendo tres tipos de cultivos celulares: dos con las amebas Dictyostelium y Acanthamoeba polyphaga y un tercero con linfocitos T humanos (células del sistema inmunitario).
Dictyostelium (izquierda) y A. polyphaga (derecha) |
Linfocitos T y B |
Y acabo por hoy con un poco de humor negro del gran Forges:
2 comentarios:
me acabo de hacer fan superfan de este blog...
;-)
Gracias, Patricia!
Solo es un tímido comienzo.
Ahora que te conozco, yo también te sigo…
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